jueves, 19 de mayo de 2016

SIMON MON EL DIABLO

SIMÓN MON EL DIABLO 

En los tiempos en que los recaudadores perseguían a los contrabandistas de aguardiente, un pobre que vivía en el caserío de Palo Blanco traía el liquido animador de fiestas, negocios y pactos secretos. El "yonque de cordón " como suelen llamar a ese licor cuando es de buena calidad, era destilado en los afamados trapiches de Penachi, lugar conocido por la elaboración del mejor yonque de esa zona andina.

La enorme demanda del buen yonque de Penachi, consumido en todas las fiestas de la franja andina como Colaya, Huaratara, Canchachala, Ullurpampa, Penachi, Kerguer, Chiñiama y hasta la lejana Huallabamba, y todos aquellos poblado donde se celebra una fiesta religiosa, produjo una gran escasez del liquido animador de las mas bullangueras juergas. Por esta razon, el comprador tuvo que ir en busca de tan cotizada mercancia a las alturas de Salas, a la Shita y Pescadera .

Cuando regresaba tarde de la noche, con sus odres llenos de aguardientes perfumando a su paso los caminos solitarios, con ese olorcillo convivador y fiestero , sintio a lo lejos en el silencio de la profunda noche, el tropel de un ágil caballo que se acercaba veloz. El humilde comerciante, temeroso penso que  se trataba del recaudador que andaba haciendo sus pesquisas. De inmediata inquirió que su mercancia seria decomisada por este empleado del gobierno que vigilaba los caminos y trapiches, para que productores y comerciantes pagaran sus impuestos.

De pronto, como salido de la negrura de la noche, frente a el estaba el apuesto y misterioso jinete, vestido de blanco, contrastando con el color de la noche y el brioso corcel que montaba. El animal bien enjatado relincho en el silencio de la prenunbra y luego el extraño personaje desmonto. El comerciante con suma humildad y temblando de miedo se le acerco y dijo: Buenas noches señor. El hombre de blanco sin mostrar el rostro, replico: No me llames señor soy tu amigo; de donde bueno y a estas horas?-Disculpe, por favor comprenda que soy un humilde padre de familia,-  argumentando suplico al vendedor de aguardiente, sin poder controlar su nerviosidad-, pero aquel extraño hombre como salido de las sombras mostrando ambilidad persuasiva, dijo: No temas , si tu quieres yo te ayudo y conmigo tendras mucho dinero. De subito el canto del madrugador gallo anu7ncio el claro amanecer, aproximandose con el lejano fulgor de las estrellas. Un vientecillo frio agito el follaje de los arboles cercanos y un largo relincho desperto a las aves y a los zorros que descansaban enh sus madrigueras .

Puntas, siempre a las doce del dia, y me llama. Ceremonioso, recomendo: Primero lanzaras tres silbidos bien fuertes, luego gritas con todas tus fuerzas ¡Simon Mon! tres veces consecutivas. Dicho esto, por encanto desaparecio y el misterioso canto del gallo se esucho lejanamente.

El comerciante de aquel licor andino que vierte coraje al poblador que esconde sus complejos en el subconsciente, dio un grito aterrador desplomandose frente a la puerta de su casa. La esposa al abrir la puerta presurosa, encontro a su marido brotandole espuma por la boca. Habia visto en los solitarios parajes a Simon Mon, el diablo.

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